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VISPERAS JUEVES DE LA VI SEMANA DE PASCUA

Pange, lingua, gloriosi
Córporis mystérium
Sanguinísque pretiósi,
Quem in mundi prétium
Fructus ventris generósi
Rex effúdit géntium.

V/. Alabado sea el santísimo Sacramento del Altar

R/. Sea por siempre bendito y alabado

Padrenuestro, Ave Maria y Gloria.

 

Himno

Es la Pascua real, no ya la sombra,

la verdadera Pascua del Señor;

la sangre del pasado es sólo un signo,

la mera imagen de la gran unción.

 

En verdad, tú, Jesús, nos protegiste

con tus sangrientas manos paternales;

envolviendo en tus alas nuestras almas,

la verdadera alianza tú sellaste.

 

Y, en tu triunfo, llevaste a nuestra carne

reconciliada con tu Padre eterno;

y desde arriba, vienes a llevarnos

a la danza festiva de tu cielo.

 

Oh gozo universal, Dios se hizo hombre

para unir a los hombres con su Dios;

se rompen las cadenas del infierno,

y en los labios renace la canción.

 

Cristo, Rey eterno, te pedimos

que guardes con tus manos a tu Iglesia,

que protejas y ayudes a tu pueblo

y que venzas con él a las tinieblas. Amén.

 

 

 

SALMODIA  

                                           
Ant 1. Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. Aleluya.

 

Dios mío, confía tu juicio al rey,

tu justicia al hijo de reyes,

para que rija a tu pueblo con justicia,

a tus humildes con rectitud.

 

Que los montes traigan paz,

y los collados justicia;

que él defienda a los humildes del pueblo,

socorra a los hijos del pobre

y quebrante al explotador.

 

Que dure tanto como el sol,

como la luna, de edad en edad;

que baje como lluvia sobre el césped,

como llovizna que empapa la tierra.

 

Que en sus días florezca la justicia

y la paz hasta que falte la luna;

que domine de mar a mar,

del Gran Río al confín de la tierra.

 

Que en su presencia se inclinen sus rivales;

que sus enemigos muerdan el polvo;

que los reyes de Tarsis y de las islas

le paguen tributo.

 

Que los reyes de Saba y de Arabia

le ofrezcan sus dones;

que se postren ante él todos los reyes,

y que todos los pueblos le sirvan.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

 

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

 

Ant. Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. Aleluya.

 

Ant 2. Él será la bendición de todos los pueblos. Aleluya.

 

Él librará al pobre que clamaba,

al afligido que no tenía protector;

él se apiadará del pobre y del indigente,

y salvará la vida de los pobres;

él rescatará sus vidas de la violencia,

su sangre será preciosa a sus ojos.

 

Que viva y que le traigan el oro de Saba,

que recen por él continuamente

y lo bendigan todo el día.

 

Que haya trigo abundante en los campos,

y susurre en lo alto de los montes;

que den fruto como el Líbano,

y broten las espigas como hierba del campo.

 

Que su nombre sea eterno,

y su fama dure como el sol;

que él sea la bendición de todos los pueblos,

y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.

 

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,

el único que hace maravillas;

bendito por siempre su nombre glorioso;

que su gloria llene la tierra.

¡Amén, amén!

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

 

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

 

Ant. Él será la bendición de todos los pueblos. Aleluya.

 

Ant 3. Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y siempre. Aleluya.

 

Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,

el que eres y el que eras,

porque has asumido el gran poder

y comenzaste a reinar.

 

Se encolerizaron las gentes,

llegó tu cólera,

y el tiempo de que sean juzgados los muertos,

y de dar el galardón a tus siervos los profetas,

y a los santos y a los que temen tu nombre,

y a los pequeños y a los grandes,

y de arruinar a los que arruinaron la tierra.

 

Ahora se estableció la salud y el poderío,

y el reinado de nuestro Dios,

y la potestad de su Cristo;

porque fue precipitado

el acusador de nuestros hermanos,

el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.

 

Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero

y por la palabra del testimonio que dieron,

y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.

Por eso, estad alegres, cielos,

y los que moráis en sus tiendas.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

 

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

 

Ant. Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y siempre. Aleluya.

 

LECTURA BREVE   

Cristo murió por los pecados una vez para siempre: el inocente por los culpables, para conducirnos a Dios. Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida. Lo que actualmente os salva no consiste en limpiar una suciedad corporal, sino en impetrar de Dios una conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo, que llegó al cielo, se le sometieron ángeles, autoridades y poderes, y está a la derecha de Dios.

 

RESPONSORIO BREVE
V./ Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, aleluya.

R./ Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, aleluya.

 

V./ Al ver al Señor.

R./ Aleluya, aleluya.

 

V./ Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

R./ Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, aleluya.

 

CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Vuestra tristeza se convertirá en alegría, y nadie os quitará vuestra alegría. Aleluya.

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Vuestra tristeza se convertirá en alegría, y nadie os quitará vuestra alegría. Aleluya.

 

PRECES
Alabemos y glorifiquemos a Cristo, a quien Dios Padre constituyó fundamento de nuestra esperanza y garantía de nuestra resurrección, y aclamémosle suplicantes:

R./ Rey de la gloria, escúchanos.

  1. Señor Jesús, tú que por tu propia sangre y tu resurrección entraste en el santuario de Dios, llévanos contigo al reino del Padre. OREMOS
  1. Tú que por la resurrección robusteciste la fe de tus discípulos y los enviaste al mundo, haz que los obispos y presbíteros sean fieles heraldos de tu Evangelio. OREMOS
  1. Tú que por la resurrección eres nuestra reconciliación y nuestra paz, haz que todos los bautizados vivan en la unidad de una sola fe y de un solo amor. OREMOS
  1. Tú que por la resurrección diste la salud al lisiado del templo, mira con bondad a los enfermos y manifiesta de ellos tu gloria. OREMOS
  1. Tú que por la resurrección fuiste constituido primogénito de los muertos que resucitan, haz que los difuntos que en ti creyeron y esperaron participen de tu gloria. OREMOS

 

Padre nuestro

 

ORACION

Oh Dios, que nos haces partícipes de la redención, concédenos vivir siempre la alegría de la resurrección de tu Hijo. Él que vive y reina contigo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

 

Tantum ergo Sacraméntum,
Venerémur cérnui:
Et antíquum documentum
Novo cedat rítui;
Præstet fides suppleméntum
Sénsuum deféctui.
Genitori Genitóque,
Laus et iubilátio;
Salus, honor, virtus quoque,
Sit et benedíctio;
Procedénti ab utróque
Compar sit laudátio.

Amen.

 

Ant. ¡Oh Sagrado banquete, en que Cristo se nos da como alimento, se celebra el memorial de su pasión, el alma se llena de gracia y se nos da la prenda de la gloria futura!

V./ Nos has dado, Señor, el pan del cielo.

R./ Que contiene en sí todo deleite.

 

Oremos.
Oh Dios, que redimiste a todos los hombres con el misterio pascual de Cristo; conserva en nosotros la obra de tu misericordia, para que, venerando constantemente el misterio de nuestra salvación merezcamos conseguir sus frutos. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

ORACIÓN VOCACIONAL

Oremos.

Señor, Padre santo, Tú que invitas a todos los fieles a alcanzar la caridad perfecta, pero no dejas de llamar a muchos para que sigan más de cerca las huellas de tu Hijo, concede a los que tú quieras elegir con una vocación a la vida religiosa mercedaria llegar a ser, por su vida, signo y testimonio de tu reino ante la Iglesia y ante el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

ALABANZAS AL SANTISIMO SACRAMENTO

Bendito sea Dios.

Bendito sea su santo Nombre.

Bendito sea Jesucristo, Dios y Hombre verdadero.

Bendito sea el Nombre de Jesús.

Bendito sea su Sacratísimo Corazón.

Bendita sea su Preciosísima Sangre.

Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.

Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.

Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.

Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.

Bendita sea su gloriosa Asunción.

Bendito sea el nombre de María Virgen y Madre.

Bendito sea San José, su castísimo esposo.

Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

 

OREMOS

Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tu Pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

R./Amén.

Cantemos al amor de los amores,

cantemos al Señor,

Dios está aquí, venid adoradores adoremos

a Cristo Redentor.

Gloria a Cristo Jesús,

cielos y tierra bendecid al Señor;

honor y gloria a Ti,

Rey de la gloria, amor por siempre a Ti,

Dios del amor.

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