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VISPERAS DEL JUEVES DE LA SEMANA XXXIV DEL TO

Pange, lingua, gloriosi

Córporis mystérium

Sanguinísque pretiósi,

Quem in mundi prétium

Fructus ventris generósi

Rex effúdit géntium.

 

V/. Alabado sea el santísimo Sacramento del Altar

R/. Sea por siempre bendito y alabado

Padrenuestro, Ave Maria y Gloria.

 

Himno

 

Cuando la luz se hace vaga

y está cayendo la tarde,

venimos a ti, Señor,

para cantar tus bondades.

 

Los pájaros se despiden

piadosamente en los árboles,

y buscan calor de nido

y blancura de plumajes.

 

Así vuelven fatigados

los hombres a sus hogares,

cargando sus ilusiones

o escondiendo sus maldades.

 

Quieren olvidar la máquina,

olvidar sus vanidades;

descansar de tanto ruido0

y morir a sus pesares.

 

Ya todo pide silencio,

se anuncia la noche amable:

convierte, Padre, sus penas

en abundancia de panes.

 

Alivie tu mano pródiga,

tu mano buena de Padre,

el cansancio de sus cuerpos,

sus codicias y sus males. Amén.

 

SALMODIA

Ant 1. Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta el  fin de la tierra.

 

Dios mío, confía tu juicio al rey,

tu justicia al hijo de reyes,

para que rijas a tu pueblo con justicia,

a tus humildes con rectitud.

 

Que los montes traigan paz,

y los collados justicia;

que él defienda a los humildes del pueblo,

socorra a los hijos del pobre

y quebrante al explotador.

 

Que dure tanto como el sol,

como la luna, de edad en edad;

que baje como lluvia al césped,

como llovizna que empapa la tierra.

Que en sus días florezca la justicia

y la paz hasta que falte la luna.

 

Que domine de mar a mar,

del Gran Río hasta el confín de la tierra.

 

Que en su presencia se inclinen sus rivales;

que sus enemigos muerdan el polvo;

que los reyes de Tarsis y de las islas

le paguen tributo.

 

Que los reyes de Saba y Arabia

le ofrezcan sus dones,

que se postren ante él todos los reyes,

y que todos los pueblos le sirvan.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

 

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

 

Ant. Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta el fin  de la tierra.

 

Ant 2. Socorrerá el Señor a los hijos del pobre; rescatará sus vidas de la  violencia.

 

Él librará al pobre que clamaba,

al afligido que no tenía protector;

él se apiadará del pobre y del indigente,

y salvará la vida de los pobres;

Él rescatará sus vidas de la violencia,

su sangre será preciosa a sus ojos.

 

Que haya trigo abundante en los campos,

y ondee en lo alto de los montes,

den fruto como el Líbano,

y broten las espigas como las hiervas del campo.

 

Que su nombre sea eterno,

y su fama como el sol;

que él sea la bendición de todos los pueblos,

y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,

el único que hace maravillas;

bendito por siempre su nombre glorioso,

que su gloria llene la tierra.

¡Amén, Amén.!

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

 

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

 

Ant. Socorrerá el Señor a los hijos del pobre; rescatará sus vidas de la  violencia.

 

Ant 3.Ahora se estableció la salud y el reinado de nuestro Dios.

 

Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,

el que eres y el que eras,

porque has asumido el gran poder

y comenzaste a reinar.

 

Se encolerizaron las naciones,

llegó tu cólera,

y el tiempo de que sean juzgados los muertos,

y de dar el galardón a tus siervos los profetas,

y a los santos y a los que temen tu nombre,

y a los pequeños y a los grandes,

y de arruinar a los que arruinaron la tierra.

 

Ahora se estableció la salud y el poderío,

y el reinado de nuestro Dios,

y la potestad de su Cristo;

porque fue precipitado

el acusador de nuestros hermanos,

el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.

 

Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero

y por la palabra del testimonio que dieron,

y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.

Por esto, estad alegres, cielos,

y los que moráis en sus tiendas.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

 

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

 

Ant. Ahora se estableció la salud y el reinado de nuestro Dios.

 

LECTURA BREVE 

Por la obediencia de la verdad habéis purificado vuestras almas para un  amor fraternal no fingido; amaos, pues, con intensidad y muy  cordialmente unos a otros, como quienes han sido engendrados no de  semilla corruptible, sino incorruptible, por la palabra viva y permanente  de Dios.

RESPONSORIO BREVE

V./El Señor es mi pastor, nada me falta.

R./El Señor es mi pastor, nada me falta.

V./En verdes praderas me hace recostar.

R./nada me falta.

V./Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

R./El Señor es mi pastor, nada me falta.

 

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. A los que tienen hambre de ser justos el Señor les colma de  bienes.

 

Proclama mi alma la grandeza del Señor,

se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;

porque ha mirado la humillación de su esclava.

 

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,

porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:

su nombre es santo,

y su misericordia llega a sus fieles

de generación en generación.

 

El hace proezas con su brazo:

dispersa a los soberbios de corazón,

derriba del trono a los poderosos

y enaltece a los humildes,

a los hambrientos los colma de bienes

y a los ricos los despide vacíos.

 

Auxilia a Israel, su siervo,

acordándose de su misericordia

—como lo había prometido a nuestros padres—

en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos.  Amén.

 

Ant. A los que tienen hambre de ser justos el Señor les colma de  bienes.

 

PRECES

Elevemos a Dios nuestros corazones agradecidos porque ha bendecido  a su pueblo con toda clase de bienes espirituales y digámosle con fe:

R./ Bendice, Señor, a tu pueblo.

  1. Dios todopoderoso y lleno de misericordia, protege al papa N. y a nuestro obispo N. que tú mismo has elegido para guiar a la Iglesia. OREMOS.
  2. Protege, Señor, a nuestros pueblos y ciudades y aleja de ellos todo mal. OREMOS.
  3. Multiplica como renuevos de olivo alrededor de tu mesa hijos que se consagren a tu reino, siguiendo a Jesucristo en pobreza, castidad y obediencia. OREMOS.
  4. Conserva el propósito de aquellas de tus hijas que han consagrado a ti su virginidad, para que, en la integridad de su cuerpo y de su espíritu, sigan a Cristo dondequiera que vaya. OREMOS
  5. Da la paz a los difuntos y permítenos encontrarlos nuevamente un día en tu reino. OREMOS

Padre nuestro

 

ORACION

Al ofrecerte, Señor, nuestro sacrificio vespertino de alabanza, te pedimos  humildemente que, meditando día y noche en tu palabra, consigamos  un día la luz y el premio de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo,  tu Hijo..

 

Tantum ergo  Sacraméntum,

Venerémur cérnui:

Et antíquum  documentum

Novo cedat rítui;

Præstet fides  suppleméntum

Sénsuum deféctui.

 

Genitori Genitóque,

Laus et iubilátio;

Salus, honor, virtus  quoque,

Sit et benedíctio;

Procedénti ab utróque

Compar sit laudátio.

Amen.

 

 

Ant. ¡Oh Sagrado banquete, en que Cristo se nos da como alimento, se  celebra el memorial de su pasión, el alma se llena de gracia y se nos da  la prenda de la gloria futura!

V./ Nos has dado, Señor, el pan del cielo.

R./ Que contiene en sí todo deleite.

 

Oremos.

Oh Dios, que redimiste a todos los hombres con el misterio pascual de  Cristo; conserva en nosotros la obra de tu misericordia, par que,  venerando constantemente el misterio de nuestra salvación  merezcamos conseguir sus frutos. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

ORACIÓN VOCACIONAL

Oremos.

Señor, Padre santo, Tú que invitas a todos los fieles a alcanzar la  caridad perfecta, pero no dejas de llamar a muchos para que sigan más  de cerca las huellas de tu Hijo, concede a los que tú quieras elegir con  una vocación a la vida religiosa mercedaria llegar a ser, por su vida,  signo y testimonio de tu reino ante la Iglesia y ante el mundo. Por  Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.

 

ALABANZAS AL SANTISIMO SACRAMENTO

Bendito sea Dios.

Bendito sea su santo Nombre.

Bendito sea Jesucristo, Dios y Hombre verdadero.

Bendito sea el Nombre de Jesús.

Bendito sea su Sacratísimo Corazón.

Bendita sea su Preciosísima Sangre.

Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.

Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.

Bendita sea su gloriosa Asunción.

Bendito sea el nombre de María Virgen y Madre.

Bendito sea San José, su castísimo esposo.

Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

 

OREMOS

Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de  tú Pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados  misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos  constantemente el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas por los  siglos de los siglos.

R./Amén.

 

Cantemos al amor de los amores,

cantemos al Señor,

Dios está aquí,

venid adoradores

adoremos a Cristo Redentor.

Gloria a Cristo Jesús,

cielos y tierra bendecid al Señor;

honor y gloria a Ti,

Rey de la gloria,

amor por siempre a Ti,

Dios del amor.

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